La comunidad educativa se reunió en torno a la Eucaristía para conmemorar el Día de la Solidaridad y rendir homenaje a la vida y el legado de San Alberto Hurtado, reconocido por su ejemplo de servicio y entrega al prójimo. La ceremonia constituyó un momento de encuentro y oración en el que participaron estudiantes, docentes, directivos y familias, reforzando el sentido de pertenencia y la misión pastoral del colegio.
Durante la celebración se recordó el testimonio de Hurtado como modelo de compromiso social y se enfatizó la frase —“la solidaridad no se predica, se practica”— como llamado a la acción concreta. Homilías y reflexiones invitaron a transformar la fe en gestos tangibles de amor y justicia, impulsando iniciativas que atiendan las necesidades de quienes nos rodean y promuevan el bien común.
Como comunidad, renovamos nuestro compromiso de vivir la fe en clave solidaria: acompañando, sirviendo y promoviendo oportunidades para el cuidado mutuo. Agradecemos la participación de todas y todos los asistentes y animamos a que este espíritu se traduzca en acciones cotidianas que sigan honrando el legado de San Alberto Hurtado.














