Compartimos con ustedes, un articulo del sitio web Jesuits Global respecto a la pandemia y el desafío que se viene para todos y todas; además de un mensaje del Superior General de la Compañía de Jesús, padre Arturo Sosa Sj.
El P. Arturo Sosa a todas las instituciones educativas jesuitas
Se acaban de enviar dos mensajes en vídeo, relacionados entre sí, a todas las instituciones educativas vinculadas a la Compañía de Jesús, expresando agradecimiento y ánimo.
En una primera grabación, el Delegado del P. General para la Educación Secundaria y Pre-Secundaria, el P. José Alberto Mesa, presenta el mensaje del P. General. Subrayando lo mucho que la actual pandemia ha puesto a prueba a los sistemas educativos, se alegra de comprobar que los colegios de la Compañía han hecho todo lo posible para continuar su misión de formación. Nos invita a mantener la confianza y la esperanza, refiriéndose a las exhortaciones del Papa Francisco, para hacer de la pandemia de la COVID-19 una oportunidad de servir, en la educación, con lo que la tradición ignaciana nos transmite.
El P. General, por su parte, observa en primer lugar cómo, ante la inmensa sorpresa causada, de improviso, por el coronavirus, las instituciones de la Compañía han sabido adaptarse a la nueva realidad y han tratado de acompañar a las comunidades educativas en medio del temporal.
Es ante todo la gratitud lo que le anima para con todos aquellos que han sabido vivir con generosidad esta transformación forzosa; y esto incluye a los padres y a los alumnos. Para él, lo que importa y lo que mejor se ha logrado en muchas áreas, es conseguir ofrecer servicios de calidad y al mismo tiempo cuidar del bienestar de las personas. La vocación del educador ignaciano, nos recuerda, es acompañar, animar, motivar, incluso en situaciones difíciles.
Al expresar públicamente su agradecimiento a los miembros de los equipos educativos de cada una de las escuelas y colegios, invoca la bendición del Señor sobre ellos. También se refiere al Papa Francisco al desear que, paradójicamente, la actual pandemia pueda crear una oportunidad de avanzar hacia un futuro lleno de esperanza, que pueda contribuir a la fraternidad universal a la que nos invita el Santo Padre.